Lejos de casa en Navidad.

Embarcadero, San Francisco, California.


San Francisco, California 2018, segunda Navidad lejos de mi familia.

Aprendí a vivir lejos de ellos hace algunos años, sin embargo en fechas como esta es fácil tenerlos presentes en mi mente durante más horas del día.

Es imposible no recordar como nuestra cena Navideña siempre ha sido una fiesta llena de risas, abrazos, baile, mucha comida y sobre todo el ambiente lleno de amor.
Nuestro protocolo ha sido el mismo que el de la mayoría de familias mexicanas, asistir a misa, cenar (en nuestro caso, además del platillo preparado por mi mamá y tías, nunca puede faltar pizza de nuestro lugar favorito), por supuesto la música a todo volumen es parte de nuestra fiesta, ya sea para bailar, cantar o solamente ambientar el lugar. Romper la piñata, platicar con primos y tíos que no hemos podido ver a menudo, algunas bebidas son parte de la noche, al igual que pastel u otros postres. A pesar de nuestra edad el momento mas esperado es la media noche, ya que es tiempo de abrir los regalos que Santa ha traído,y aunque cada año son menos o más pequeños, siempre es y seguirá siendo el mejor y más divertido. Olvide mencionar que antes de abrir los regalos, nos damos el gran abrazo de Feliz Navidad, y en algunas ocasiones, se escuchan ciertos perdones que cada año  se vuelven a repetir.
 Así es como mi mente mantiene presente esas memorias. 



Hoy por segundo año consecutivo estoy viviendo esta experiencia de Navidad Americana, rodeada de seres que se han convertido en otra familia, personas que al igual que en mi ciudad de origen, se aman, y quieren hacerse felices unos con otros.

En 2017 viví en Pennsylvania y fue la primera vez alejada de todo lo que para mi era tradición. Esta ocasión asistiríamos a una cena a las 4:00 pm porque aquí se acostumbra a comenzar temprano, por lo que mi plan era asistir a misa después de ello. Recuerdo haber estado muy emocionada, por el hecho de vivir algo totalmente diferente a lo acostumbrado en mi vida, quería saber como era esa Navidad que veía en películas, sin embargo, todo cambio antes de comenzar a arreglarme ya que uno de mis host kids en ese entonces se enfermo, y la decisión fue no salir de casa. Claro que entendí la situación pero al mismo tiempo veía las fotografías que mis seres queridos subían a sus redes sociales, y no podía evitar tener un poco de nostalgia, así que decidí escribir lo que pasaba por mi mente en ese momento, y hoy después de un año, volví a encontrar esa nota:

December 24,2017.
Recuerdo haber visto algunas películas donde la o el protagonista pasaban Noche Buena solos, viendo películas y comiendo...alguna vez me dije a mi misma que quería vivir eso, saber como se siente esa soledad en un día que siempre lo habías pasado en compañía de seres queridos divirtiéndote sin parar. Supongo que se siguen cumpliendo todos mis deseos.
Hoy estoy aquí, lista para Navidad... ansiosa, pero esta vez en mi host home, acostada en mi cuarto, viendo una película triste en Netflix, tanto que es en blanco y negro... vestida linda, sin exagerar...estoy usando mis medias nuevas, que tienen un agujero en el pie, uso calcetines para ocultarlo, mi vestido nuevo, corto y sencillo... cabello suelto y maquillaje muy natural.
¿Cómo llegue aquí? Se cancelo el asistir a la cena,hice algunos planes rápidos para no estar así mientras mi familia esta de locura. Estoy dejando pasar algunas horas para ir a misa...después encontrarme con un nuevo amigo quien solo he conocido por WhatsApp; pero es Au Pair y es mexicano...suena seguro. 
Si alguien estuviera filmando este momento, sería una perfecta imagen para película...soy solo un personaje y no se si soy real...en este momento solo pienso en lo tonta que fui al no aceptar la invitación de M***, con quien tuve pocas citas, pero que ahora pienso, "de eso a nada"... en fin; regresa a mi mente lo positivo y el "por algo pasan las cosas" así que dejare esta pluma a un lado y seguiré disfrutando de mi sad movie... ¿cuál es? Blue Jay.

Después de  haber escrito eso y de asistir a  misa, regrese a casa y esperé que mi nuevo amigo pasara por mi. Mientras tanto me quede con mis host parents en ese entonces quienes seguían ayudando a Santa a forrar regalos, y tenían una botella de vino, así que acepté una copa antes de irme, tuvimos una conversación divertida al igual que la mayoría del tiempo, y unos minutos mas tarde mi nuevo amigo llegó. Con toda la confianza del mundo subí a su coche y como es costumbre no paré de hablar en todo el camino hasta llegar a su casa, eramos los únicos así que ya sabrán que sucedió... no piensen mal. Hicimos nuestra fiesta mexicana, bebimos algunas copas de vino, escuchamos música y bailamos, hasta toqué el piano que tenían en su sala. Volví a casa al rededor de las 4:00 am, Ricardo me devolvió (si, Ricardo es su nombre), quien hubiera imaginado que esa persona que conocí por medio de redes sociales se convertiría en mi buen amigo y compañero de crimen. Dormí 3 horas porque aquí es donde llega lo interesante en Estados Unidos, la costumbre es despertar y abrir los regalos que Santa deja, así que mis host kids estaban emocionados y no podían dormir mas, entonces bajé para unirme a ellos y ahí fue dónde sentí mas el Espíritu Navideño, y no por los regalos materiales, sino por las sonrisas que nos dimos unos a otros, y la alegría de estar ahí junto con personas que queremos. Después de unas horas, los abuelitos y algunos otros familiares comenzaron a entrar para desayunar y entonces disfrutar de la Navidad, me sentí muy feliz de ser parte de ese momento, en ningún minuto me sentí fuera, al contrario, siempre me di cuenta que intentaban hacer de todo pr hacerme sentir bien, y lo lograron.

Navidad 2018, California. Actualmente estoy viviendo en las afueras de San Francisco, aunque tradición Americana, es también distinta a la experiencia anterior. Me encanta el hecho de ser parte de algo nuevo, de compartir cultura y aprender de ello. Algo gracioso es que la mañana del 24 de Diciembre uno de mis host kids se enfermó, y por mi mente llego un flashback sobre el año anterior, entonces me pregunté como era posible que sucediera lo mismo dos años seguidos con distinta familia. En esta ocasión la niña se recupero pronto y los planes siguieron en pie. La cena de Noche Buena se llevo a cabo en la casa de los abuelitos, comenzó a las 4:00 pm, con al rededor de 10 personas y en un departamento elegante que tenia un ambiente navideño, mientras la cena estaba lista todos convivimos y conocí personas nuevas, bebimos algo de champagne y vino, comenzamos a servir la cena y a disfrutar de ella, entre platicas y juegos con los niños el tiempo pasó y llego el momento de Secret Santa, este juego de intercambio de regalos en el que puedes robar el regalo de alguien si te gusta, cuando abrí el regalo, era un cesto con separadores, por supuesto nadie quería robarlo, al final no me quedé con el, sino con dinero que me intercambiaron por el articulo, no era necesario, pero fue lindo el detalle. Mis host parents se devolvieron a casa al rededor de las 8 ya que los niños debían descansar, yo me quede un poco más y al dar casi las 10:00 pm me despedí, nos deseamos Feliz Navidad y fui directo hacia la Iglesia. Antes de entrar hice  mi llamada que no podía faltar a mi familia, hable poco porque como les comente anteriormente, estaban en la fiesta y la música no dejaba que pudiéramos escucharnos. Entre a misa, estaba muy cansada y por un momento pensaba en retirarme, sin embargo me quede hasta el final, buen punto para mi. Volví a casa pasadas de las 11:00 pm y envolví los regalos para dejarlos en el pino Navideño.
¡Oh sorpresa!!! Esa sala parecía la tienda de juguetes completa, nunca había visto tantos regalos en un mismo lugar. Sin duda algo que no pasaba por mi mente. 
¡Llego Navidad! Desperté cerca de las 8:00 am, por supuesto los niños ya habían comenzado pero yo no pude despertar antes. Abrimos regalos, nos felicitamos, platicamos, desayunamos juntos. Volví a mi cuarto a dormir un poco, y después decidí ir al cine con una de mis amigas, después de ver la película comenzamos a buscar algún restaurant abierto a pesar de tener cena familiar en nuestras host homes, fue un difícil momento y algo frustrante porque yo tenia mucha hambre y todo lugar estaba cerrado. Fuimos a parar a uno de mis lugares no favoritos, McDonalds, lo encontramos cerca de dónde estábamos, y para mi fue una salvación,  porque por primera vez estaba a punto de llorar por hambre. Después de esa deliciosa cena regrese a casa, dónde todos estaban disfrutando de un platillo muy completo, fino y elegante, claro que me arrepentí, aunque no tanto, porque pase un rato agradable. Y entonces ahí estaba yo, uniéndome a la familia, con conversaciones, mas regalos y bonita atmósfera. 

Así es como describo mis dos Navidades fueras de casa, lejos de mi familia, alrededor de personas que sin conocernos por mucho tiempo, se han convertido en seres queridos y que forman parte de mi vida. Vivir fiestas Decembrinas fuera de casa no es sinónimo de tristeza, es para mi, parte de la vida, de crecimiento y sobre todo de fortalecer lazos. Todos estos ambientes que les describí tienen algo en común, y es  la manera que cada uno a su manera desea hacer feliz al otro, eso para mi ya es la ganancia queme queda por siempre. Es lo que se queda en mi memoria y que me hace sentir completa.

Deseo que cada uno en este mundo encuentre siempre un motivo de alegría, un impulso a seguir adelante viendo todo de manera positiva y siendo agradecido con lo que tenemos. Navidad es nacimiento, de amor, amistad, perdón.

FELIZ NAVIDAD.










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