HOLA, espero que al leer estas líneas que escribí primero a mano y en papel, te hagan sentir lo que a mi, te hagan volver a esos días y te hagan creer en el amor.
Te escribo con mucha alegría, sintiendo esa emoción que me regalaste en cada momento de nuestros días juntos.
Después de varias conversaciones detrás de pantallas y solo con letras que ni siquiera eran nuestras, comencé a sentirme cómoda al poder hablar contigo... después de que por mucho tiempo me negaba a seguirle siquiera el saludo al hombre más "pica flor" que jamás haya existido (según los rumores), ya no importaba cuando comencé a darme cuenta del interés que tú mostrabas a diario o casi a diario por mi, cuando de pronto lo que yo decía, para ti era siempre tema amplio de conversación, tanto, que sin ver el reloj, ya llevábamos más de media noche platicando y sacando tema tras tema, siempre inteligente, o no, pero adictivo.
No sabía si era el tema o las ganas de seguir teniendo contacto el uno con el otro.
Daban las 8:00 pm y me despedía de todos para comenzar a ponerme cómoda, tal vez comiendo algún snack y viendo una de mis series favoritas o películas de amor, mientras esperaba ese saludo, esa ventana de messenger con tu nombre, que cada que llegaba, mi corazón se aceleraba y mi mente giraba pensando cuál sería el saludo adecuado para responderte.
Y así fue, durante casi 6 meses (tal vez tuvimos tiempos ausentes al principio), cuando yo me enojaba si me hablabas a veces no te respondía porque tenía mucho orgullo.
Recuerdo que el día que organicé mi regreso a casa, también pensé en ti, en cada siguiente día que podríamos vernos, y bien, mi mente soñadora ya tenía nuestra imagen de pareja perfecta, veía como muchas personas admiran el verdadero amor solo con observarnos, que impulsaba a otros a tener uno así, de esos reales, donde ninguno tenía maldad hacia el otro. Siendo totalmente honesta, vi más allá de solo un noviazgo, nos vi hasta el final...
Y el día llegó, volví a mi hogar, no era mi más grande felicidad, después de haber vivido en otro País, no siempre es lo mejor regresar a tu casa, siendo tan distinta a cuando eras pequeña. Pero mientras eso pasaba por mi mente, estabas ahí.
Desempacar, visitar amigos, lugares favoritos, platicas con mi papá, textos contigo...
La primera vez que nos vimos en persona, fue tan forzada que realmente no sé cómo lo logramos. Te lo recuerdo:
Noviembre 13, 2016
Lo recuerdo porque es el cumpleaños de mi papá.
Y comenzó así:
Tú: me invitaras un café?
Yo: no me gusta el café...
De ahí ya no recuerdo mucho los mensajes pero el punto fue que fuiste indirectamente insistente en ir por un café (o algo) y yo fui sutilmente negada por estar en el cumpleaños de papá.
Hasta que llegó la noche, no tan noche y me desocupe, y tu... ya no insistas, que mal :( ya estaba lista para aceptar la invitación.
Y entonces te lo dije...pero no quise verme muy directa y por ello no entendiste el mensaje, hasta después de 3 mensajes más. ¡La salida al cine más desorganizada!... ya había comenzado la última función.
Entonces te ofreciste a pasar por mi, y aunque me hubiera encantado, solo por darle el toque más perfecto de cita romántica, sabía que perderíamos aún más tiempo … entonces te dije que nos viéramos ahí.
Estoy segura haber sentido de todo, nervios, emoción, miedo, alegría, y todas las emociones que ni siquiera sabía existían. Y en mi mente tenía muchas preguntas "¿cómo lo voy a saludar?" "¿y si me intenta besar? obvio no lo permitiré, no es lo correcto, va a pensar que no me gusta enserio..." en fin, también quería saber que pasaba por tu mente mientras la mía enloquecía. Es que creo que desde ahí, ¡ya te amaba!... aunque no estaba segura todavía o no me había dado cuenta.
Mientras voy escribiendo, me siento nuevamente como si estuviera volviendo a ese día, recuerdo todas las sensaciones, es como si en otra dimensión en este preciso momento, todo estuviera sucediendo otra vez.
Y puede ser que tu versión sea totalmente distinta a esta, no lo se, pero para mi todo esto es lo que sucedió con nosotros.
Llegué al cine, bueno, me estacione, me escribiste que ya estabas ahí, que nervios de nuevo, mucho en tan poco. Camine temblando por dentro y seguramente he de haber tropezado con algo en el camino... me acercaba a la entrada y me intente calmar y demostrar seguridad, o demostrar que no era para tanto, porque aunque me gustabas y sentía que yo a ti, era mi deber hacerme la difícil, o al menos eso es lo que aprendí de mis películas favoritas.
Los pocos segundos que pasaban mientras entraba al cine fueron un huracán dentro de mi. Estabas ahí, caminando, me viste y caminaste hacia mí... eras el único ya que todos estaban dentro en las salas. Te vi bien, y parecías nervioso también, eso me dio valor a no perder la cordura. Ahora un dato curioso, era la primera vez que te veía en persona y tan cerca, sabía eras alto, pero no sabía que mucho, siempre me he sentido una mujer alta, pero al verte ahí pensé, "estoy super chaparra", entonces pensé "¡me encanta!" (Nunca había salido con alguien más alto que yo, tal vez por algunos centímetros de diferencia, pero si usaba tacones yo era la alta).
Nos saludamos rápido, entramos a la sala y no puedo recordar qué película vimos, segura estoy que no nos besamos o tomamos de la mano, ¡fue tan perfecto!.
Después de esa cita, nuestra conexión aún creció más. No parábamos de soñar en estar juntos y ser felices...hasta que lo logramos.
Fue lo que hubiera querido que pasara, pero eso de que lo logramos no es cierto.
Lo cierto es que, cada día que seguimos hablando, o saliendo, aprendíamos el uno del otro. Por primera vez, escuche los consejos de mi hermana al decirme que no debía ser dura y que sin temor, entregaría mi corazón si así lo sentía. Que nadie es perfecto y nunca lo serán, que debemos aceptar ciertos defectos o actitudes de la pareja pero que elijamos cuales son las que no son negociables y tomemos el resto así como viene.
Y no me costó nada, yo sabía que lo que iba sintiendo no era normal o igual que antes, tenía tanta confianza en nosotros, en ti, en mis sentimientos por ti. Sabía que aun en distancia, yo no temía por tus ojos al ver a alguien mas, aun sabiendo que yo no era ni la mas bonita o inteligente, no dudaba al hacerte sentir que me importabas, nunca me dio miedo. Al contrario, mi confianza en nosotros era total. Entregué mis miedos y decidí solo seguir apreciando cada mensaje, llamada o detalle.
¿Recuerdas el cine con tus amigos? Fue muy divertido, aunque en ese entonces aún me daban nervios. Fuimos al hotel donde te hospedaste, mientras se hacía la hora de la película. Pudieron haber pasado cosas, pero nadie se atrevió, no era algo que yo quería, pero siendo una persona adulta imaginaba que tu como hombre pensarías en ello o intentarías algo, en mi mente tenía la respuesta perfecta para negarme... pero nada sucedió, hablamos, te preparabas para salir, no sentamos en la cama y platicamos, nos recostamos, pero el único movimiento que pasó, fue que nos tomamos de la mano, seguimos hablando y nos retiramos al cine. Tus amigos eran muy chistosos y hablábamos de las películas de Harry Potter. Me gustó esa salida, no se que tan amigable fui, porque si tenia un poco de pena, pero creo que no fui muy mala.
Fuimos a misa juntos, fue muy bonito porque se que tu fe en Dios es distinta a la mía o tal vez tu fe en la religión, no se cual de los dos, pero estabas ahí, conmigo, escuchando al padre, entendiendo, analizando, viéndome y yo viéndote a ti. Le agradecí a Dios por esos momentos, le pedí que nos regalará más de esos días, sonreía mucho porque estaba feliz.
Me comentaste que te gusto ir, me dijiste que fue algo bonito. Me hiciste más feliz aún.
Te acompañe a una entrevista de trabajo en una clínica, habían algunas parejas en sala de espera, porque creo que era clínica de fertilización algo así, de hecho dijimos algo sobre ello, como que los demás pensarían que íbamos en busca de nuestro bebe, cuando llegamos ya te estaban esperando y me preguntaste que si quería acompañarte, y dije que no porque era algo de trabajo, te esperaba en la sala, me acompañaste a sentarme, me diste un beso en la frente y te fuiste. Me sentí muy afortunada otra vez.
Otro día, salí con un amigo a un bar, tome un poco, pero no estaba ebria, y mi amigo, comenzó a coquetear, no me gustaba en ese sentido, además yo estaba saliendo contigo, te escribí, estabas en un funeral de tu abuelita, fuiste por mi, y te acompañe, pero solo fuimos por poco tiempo. Aunque poco, me dio gusto que me llevaste a estar contigo.
La posada de mis amigos, que linda noche, fue una fiesta tranquila, nos fuimos temprano de ahí, pasamos a la plaza principal, caminamos, hacía frío, me abrazaste, nos besamos. Nuestro primer beso, el mas bonito, el que estaba esperando, no quería que acabara, creo que puedo visualizarlo en cámara lenta. No se si se deba agradecer por besos, pero yo te agradezco por ese beso.
Volví a casa, seguía viéndonos juntos por mucho tiempo más. Entre mensajes, más llamadas, días juntos, la vida no me mostraba otra cosa más que estar conmigo juntos. ¿Qué pudiera pasar mal? No merecíamos nada malo, éramos felices, completos, llenos. Al menos, eso creía. Con ese beso tuve miedo, de que no habías hecho la pregunta de "¿quieres ser mi novia?", no quise dar por hecho eso, pero aún así pensé que era lo siguiente, así que no me arrepentí.
Te ibas de vacaciones, en época de navidad a visitar a tu hermana, me dio gusto, aunque te iba a extrañar.
Y te extrañé.
Es extraño como cuando conectas de esa manera con alguien, sabes perfectamente que algo va cambiando, aun a distancia.
Esos días lejos, me escribiste, pero te leí diferente, no era la misma vibra, eran más como mensajes por obligación que por emoción. Lo pude notar. Tenía muchas preguntas, me culpe por darte aquel beso sin ser novios, sentí que era mi culpa. No entendía, tenía muchas esperanzas en nosotros. Aún cuando muchos me decían que estaba mal porque tú no habías dejado de ser aquel muchacho coqueto, yo sabía que no, que ya no era así, yo te defendía siempre. No solo por tonta, porque sabía que eso no estaba pasando con nosotros.
Nunca reclamé nada, seguí contestando, quería entender qué pasaba, pero no quería forzarme a hablar o pelear.
Volviste el 30 de Diciembre, no me avisaste, me sorprendiste mientras yo estaba en un restaurante con mis amigos, salí a verte. Nos fuimos de ahí, me llevaste a casa a dejar mi carro, para irnos solo en el tuyo. Pero antes de irnos...
Ya estabas nervioso, "Debo decirte algo..." fueron tus palabras, yo solo pensé "lo sabía"... pero ¿qué era?, ¿Embarazo a alguien en ese viaje?, eso es lo que pensé, no sabía, pero tenía miedo. Dijiste que no querías pero que sabías que me gustaba la honestidad especialmente con tu pareja, que querías hacer las cosas bien conmigo, que fuiste a la iglesia a buscar al padre para pedir un consejo antes de verme, pero que no estaba porque era tarde... me dolía todo lo que ibas diciendo porque parecía ser algo malo, algo que borraba todo lo anterior, estaba confundida y quería saber...
"Mientras estaba en el viaje, me llamó mi ex..."
¿Por qué? ella sabía de nosotros, tal vez no todo, pero sabía, ella tenía novio o había ya tenido novio después de ti. Estaba segura que esa vez que habían terminado era la real. No tenía porqué dudar de esa situación. Pero paso.
Me dijiste que nada cambiaría, que nosotros estábamos bien. Pero yo no estaba bien. No sabía bien qué responder, entonces te dije que siguiéramos con el plan, íbamos a cenar porque tu acababas de llegar. Notaste que no estaba feliz, ni la mano te di. Pero no me mostré enojada, eso creo.
Esa noche en casa, no dormí bien. Estaba muy triste, enojada, decepcionada. Aunque habías dicho que nosotros seguíamos... no podía. Habíamos quedado de vernos al otro día que era, nochevieja, último día del año. Perfecta fecha para que todo sucediera ¿verdad? … pues me prepare, había decidido irme, no te odiaba, ya no estaba enojada. Escribí cada punto de lo que quería hablar para explicarte porque para mi no podríamos seguir. Cité frases de películas, pensamientos de mi corazón.
Pasaste por mi a casa de una amiga, fuimos a la alameda, te pedí que habláramos, vimos al presidente caminando ahí, no nuestro favorito.
"Me dijiste que querías hacer las cosas bien conmigo, y yo también, todo parecía funcionar. El saber que tu ex te llamo, que hablaron y que recordaron momentos juntos, no es hacer las cosas bien. Es en ese momento donde me pregunto que parte de tu corazón me tiene a mi, y cuanto espacio sigue ocupando ella. No me quiero conformar con un poco, hacer las cosas bien es además comunicar como nos sentimos y eso no se siente bien en mi. Quisiera algo completo, no somos perfectos y se que estas intentando, y yo también, ya había cambiado bastante... se que puedo ignorar esa llamada, que puedo pretender que nada pasa, pero que sucede si un día se encuentran en persona, hablan y se dan cuenta que quieren volver, no quiero llegar a ese día que puede ser lejano o no. Siento que necesitas vivir tu ruptura y entender si de verdad quieres terminar todo con ella o si existe aún alguna esperanza que los pueda volver a unir. No podemos seguir juntos si esta pasando esto, pero tal vez después, si de verdad descubres que no quieres nada con ella, tal vez ese sea el mejor momento para nosotros, aunque no voy a guardar ninguna esperanza, y tampoco esperar, si eso va a pasar, sera porque era el destino, pero ya veremos. "
Tal vez no fueron las palabras exactas que utilicé ese día, pero así es como lo había planeado. Me dolía mucho el decirlo, se salieron lagrimas de mis ojos y de los tuyos, tú decías que no era necesario, pero creo entendiste que tenía razón, y no podías ser egoísta.
Al regresar a mi casa, le conté a mi amiga, lloré mucho, pero me sentí en paz, nunca había soltado a alguien que amara tanto, lloraba mucho, y entonces otra vez sentí algo que no puedo explicar exactamente, pero fue alegría de saber que había amado mucho, que las canciones tenían nombre, que así es el amor, libre, que te di la oportunidad de ir por tu amor también.
Mi amiga, claro, me regañaba, pero sentí que había hecho lo correcto. Y me propuse seguir adelante. Si tenía esperanzas no puedo mentir sobre ello.
Así fue como me rompiste el corazón y no te odiaba. No estaba enojada contigo. Había aceptado que tenía que sufrir pues es natural, me iba a doler, te iba a extrañar, y era todo parte del proceso de algo real.
Después volviste, me llamaste, te respondí, pero ya era ahí cuando eras diferente, ya no me hablabas con inocencia, estabas también hablando con ella. Creo que estabas indeciso o solo sacando el lado picaflor de antes. Es ahí cuando ya no podía seguir contándote, ya era diferente.
Me quedo con todo antes de las llamadas cuando hablabas con ella. Cuando sufría por algo puro y bonito. Cuando no entendía porque tenía que pasar. Los días que de sentir algo emocional se convirtió en físico, me dolía el cuerpo, necesitaba hablar con alguien más. El día que llegué a casa de mi mamá y sin decir nada, ella me vio dijo "¿estas bien?" y le respondí, "si" pero mis lágrimas no me ayudaron, dije que ya no podía más. Fui a buscar a una psicóloga con quien había ido antes, y no estaba. Pero no pasó nada. Aprecio mucho ese proceso. Aprendí tanto de él. Y creo que sufrí por dos años de esa manera, o tal vez uno.
Nunca olvido esta historia, y la cuento con orgullo, solo que un día desperté y fue diferente no se sentía mal de que no hubiera sucedido ese futuro que planeaba en mi mente, también entendí que fue parte mi vida y que me encanto vivirlo, que estaba tan bien con ello, que si te casabas ese día no iba a dolerme, estaba bien, ya no dolía.
Sigo hablando de ti con mucho amor, con cariño y con ganas de defenderse cuando otros te dicen de cosas. Por lo menos sigo pensando que aquellos días juntos sí fueron reales, que los dos queríamos lo mismo.
Es el amor más bonito que viví en mi vida, tuve la oportunidad de ser yo sin miedo, de querer tenerte y cuidarte.
Siempre dije que haría un libro de esta historia, la última parte la escribí a prisa porque quería terminarla hoy.
Aún no se si la compartiré en público, pero por el momento contigo lo haré. Y espero algún día la cuentes con alguien más.
No he tenido tiempo de revisar la ortografía, perdón por los errores.
Recuerdo más detalles, no pude escribir todo.
Esta es una historia real, para muchos muy simple y común, para mi jamás será simple y mucho menos común.
Creía en el amor pero no lo había sentido.
Ojalá todos puedan experimentar la sensación de amar bonito. Es una bendición el sentirlo.
Comments
Post a Comment