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Viajemos al día cero de nuestras vidas, y aunque no te sea fácil hacerlo, solo ve leyendo y piensa en cada momento o detalle que se relacione contigo y tu trayecto, se que lo harás, porque la realidad es que todos somos iguales pero con protagonistas que tienen distinto nombre y forma.
Naciste y ya tenías al menos un par de brazos que te esperaba con ansias y con un amor que sobrepasa todo, sabias que estabas a salvo, y que tendrías una voz que te diría cosas lindas o cantara tal vez sin ritmo pero con tanto cariño que nada ni nadie podía superarlo. Te diste cuenta que llorando podrías conseguir de todo, desde cambiar un pañal, hasta alimentarte o ayudarte a repetir tu fórmula. Además, te fuiste dando cuenta que dormir es necesario, pero eso costó trabajo, pues por las noches querías seguir teniendo la atención de ellos, y mucho más su comida. ¿Quién te protegía? ¿Quien te abrazó, te vistió y te cargó? Es increíble que las únicas personas que podían calmarte eran ellos, quienes desde el día uno de saber estabas creciendo en el vientre, ya estaban preocupados por tener suficientes cosas para mantenerte a salvo.
Cuando aprendías a caminar, te salvaron de tropezar de varias malas caídas, aunque otras veces pasaba tan rápido que tuviste algunos accidentes, y tu momento favorito era que cuando te caías, estaba alguien para levantarte, darte un abrazo, usar palabras de amor como medicina y volver a hacerte reir. Te salvaban dia con dia, te daban mucho amor, y no tardaste en darte cuenta que ellos eran súper poderosos, eran como tus superhéroes privados, sabías que no existía nada que pudiera hacer que te quisieran menos, era increíble tener toda tu confianza en ellos, no solo para cuidarte, sino para hacerte reír, jugar contigo. Sé que sigues pensando en sus nombres y rostros, yo también, y me imagino así de chiquita preocupada solamente por el siguiente juego.
Pero qué pasa cuando con el tiempo vas descubriendo otra realidad, algo más que de momentos felices, cuando creces y te vas decepcionando, cuando rencores aparecen y son el arma principal para que invitemos a la distancia, cuando es confuso porque ya no sabes si son realmente superhéroes o villanos, porque has escuchado cosas que segun tu no debían pasar, que no entendias porque pero habían cosas que no encajaban, cuando tus héroes se enojan entre ellos y eso ya no se sentía bien dentro de ti. Cuando los juzgas y enfrentas, y que las respuestas no son lo que imaginabas y que lo único que mueven en ti es más enojo. Esa etapa en donde te vas construyendo a ti mismo por los valores que aprendiste, pero que ahora son tan confusos pues no siempre coinciden con las acciones de quienes te lo enseñaron, que quieres ser una persona buena pero que te enoja que tus héroes se están convirtiendo en lo que no debería ser.
Lo sé, este último párrafo ha sido más intenso que los anteriores, y vienen aún más…
Pues eso me paso, y fue por varios años, no me di cuenta, pero estaba alejándome, tenía miedo de olvidar los buenos valores, seguía juzgando y ya no me parecía que existía ese ambiente de solamente amor, ya no entendía nada, pero yo quería seguir creyendo que si existía una vida color de rosa y yo seguía luchando por ella, y lo lograba, pero con el grupo de personas que más necesitaba serlo, no podía, me alejaba más. Algo me estaba pasando pero no entendía por que, asi que decidi ser el juez y no creí era justo hablar con quien me había decepcionado, creí que si lo hacía le aplaudía lo que se suponía estaba mal, creo que era mi manera de castigar, eso creí. Y pasaron años, enfrentamientos, y más decepciones.
¿Qué pasó después? La vida, eso me paso .... Además de algunas muy buenas terapias (que seguimos trabajando), me tropecé con momentos similares a los que ellos pasaron, y llegó un punto en el que me detuve sin intención, entendí mucho... abrí suficientemente los ojos y lo único que vino a mi mente fueron dos palabras, muy sencillas pero si lo piensas bien son muy profundas: Son humanos. Son humanos, como yo, ellos fueron esos bebés de alguien que les abrazaba y cantaba, ellos fueron una vez niños que tenían sus propios superhéroes también... fueron adultos que se enamoraron y que no por eso la vida fue perfecta, fueron padres primerizos y seamos sinceros, ¿donde está el libro para enseñar cómo ser un padre perfecto? Exacto! ... no podía creer todo lo que estaba pasándome por la cabeza, no podía parar de llorar y reírme, porque la vida da muchas vueltas, estaba en una posición en la que era muy muy fácil equivocarse con cualquier acción tomada. Woow, me dolió, me sentí avergonzada porque yo juraba nunca me pasaría, entre mas voy creciendo más voy entendiendo,,, y sigue costando claro que sí, pero me gusta volver a recordar esta parte, esa primera frase "Son humanos"...
Una canción que me hace darle sentido a esa parte de mi vida, ha sido usada muchas veces este año, cuando estoy a punto de dejarme llevar por rencor o el juez que quiere salir de mi...
Justo cuando estoy a punto de despedirme, me doy cuenta cuán dramático es todo esto… Está bien, me deje llevar por la canción que estoy escuchando y por todo lo que me recordaba cada línea que iba escribiendo. Sin embargo,ha venido a mi mente también "somos humanos" y la vulnerabilidad es parte de, es algo bonito.
Espero tener un cierre de año con mucha emoción, con sentimientos reales y con menos juzgar. Espero todo eso para ustedes también.
Adiós 2021, ha sido un placer. Estoy emocionada por el siguiente.
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